Dictadura Peronista
Juan Domingo Perón (*Lobos, Argentina, 8 de octubre de 1895 – †Olivos, 1 de julio de 1974) fue un político y militar argentino, creador del movimiento peronista.
Se destacó por su labor en el Departamento Nacional de Trabajo (luego elevado a la categoría de secretaría de rango ministerial), al que accedió durante la presidencia de facto del General Pedro Pablo Ramírez, y en el cual tomó numerosas medidas que favorecieron a los sectores obreros. Aunque dichas medidas lo hicieron popular entre la clase trabajadora, le granjearon la oposición de numerosos sectores que, dirigidos por el embajador estadounidense Spruille Braden, se nuclearon en un frente antiperonista. En ese período fue designado también Vicepresidente de la Nación y Ministro de Guerra. Perón fue destituido por un golpe de estado y encarcelado en la isla Martín García, pero fue liberado luego de una gran movilización obrera a la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945.
Fue elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones. La primera fue en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952; la segunda al ser reelegido en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955. Finalmente, tras 18 años de exilio, regresó al país y fue elegido por tercera vez presidente el 23 de septiembre de 1973 para el periodo 1973-1977, que no pudo completar a causa de su fallecimiento.
Murió el 1 de julio de 1974 en ejercicio de la presidencia, sucediéndolo su viuda María Estela Martínez de Perón, quien había sido elegida como vicepresidenta.
El G.O.U. tenía estrechas relaciones con el General Pedro Ramírez (su hijo el Coronel Emilio Ramírez y su yerno el Capitán Franciso Filippi eran miembros fundadores), quien se desempeñaba como Ministro de Guerra del presidente Ramón Castillo. El día anterior al golpe el presidente le pidió la renuncia, desencadenando la sublevación, a partir del apoyo de los jefes de tropa que se reunieron con los generales Rawson y Ramírez la noche anterior en Campo de Mayo. El 4 de junio de 1943 una gran columna partió de Campo de Mayo para derrocar al presidente Castillo y dar origen a la llamada Revolución del 43.
El historiador estadounidense Robert Potash, que ha estudiado en detalle la actuación del ejército en la historia argentina moderna, ha relativizado mucho la participación del GOU en el golpe de estado de 4 de junio:
La dirección del GOU no controlaba directamente los recursos militares necesarios para realizar una revolución... El movimiento militar del 4 de junio no fue resultado de un plan elaborado cuidadosamente por el GOU, o siquiera por cualquier otro grupo de oficiales... Más bien fue una rápida improvisación cuyos participantes apenas concertaron acuerdos en relación con objetivos específicos, fuera del derrocamiento del presidente Castillo.
La dirección del movimiento recayó en el General Arturo Rawson, un militar que frente a la Segunda Guerra Mundial era partidario del tradicional neutralismo argentino, pero cuyas preferencias estaban virando hacia el bando aliado. Rawson venía organizando un golpe de estado contra el gobierno de Castillo y dirigía un logia conocida como los generales de Jousten, en la que también participaban los hermanos Benito y Sabá Sueyro, el general Mason y el dirigente radical Ernesto Sammartino.
Rawson aparecía como una figura aceptable para todas las corrientes militares, pero cuando intentó formar su gabinete con sectores de derecha provenientes del régimen derrocado, los jefes militares exigieron su renuncia para designar presidente al General Pedro Pablo Ramírez. El contraalmirante Sabá Sueyro fue designado vicepresidente. Ningún miembro del GOU integró el gabinete, pero el Coronel Enrique P. González fue designado a cargo de la estratégica secretaría privada de la presidencia y el Coronel Emilio Ramírez Jefe de Policía.
Se destacó por su labor en el Departamento Nacional de Trabajo (luego elevado a la categoría de secretaría de rango ministerial), al que accedió durante la presidencia de facto del General Pedro Pablo Ramírez, y en el cual tomó numerosas medidas que favorecieron a los sectores obreros. Aunque dichas medidas lo hicieron popular entre la clase trabajadora, le granjearon la oposición de numerosos sectores que, dirigidos por el embajador estadounidense Spruille Braden, se nuclearon en un frente antiperonista. En ese período fue designado también Vicepresidente de la Nación y Ministro de Guerra. Perón fue destituido por un golpe de estado y encarcelado en la isla Martín García, pero fue liberado luego de una gran movilización obrera a la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945.
Fue elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones. La primera fue en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952; la segunda al ser reelegido en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955. Finalmente, tras 18 años de exilio, regresó al país y fue elegido por tercera vez presidente el 23 de septiembre de 1973 para el periodo 1973-1977, que no pudo completar a causa de su fallecimiento.
Murió el 1 de julio de 1974 en ejercicio de la presidencia, sucediéndolo su viuda María Estela Martínez de Perón, quien había sido elegida como vicepresidenta.
El G.O.U. tenía estrechas relaciones con el General Pedro Ramírez (su hijo el Coronel Emilio Ramírez y su yerno el Capitán Franciso Filippi eran miembros fundadores), quien se desempeñaba como Ministro de Guerra del presidente Ramón Castillo. El día anterior al golpe el presidente le pidió la renuncia, desencadenando la sublevación, a partir del apoyo de los jefes de tropa que se reunieron con los generales Rawson y Ramírez la noche anterior en Campo de Mayo. El 4 de junio de 1943 una gran columna partió de Campo de Mayo para derrocar al presidente Castillo y dar origen a la llamada Revolución del 43.
El historiador estadounidense Robert Potash, que ha estudiado en detalle la actuación del ejército en la historia argentina moderna, ha relativizado mucho la participación del GOU en el golpe de estado de 4 de junio:
La dirección del GOU no controlaba directamente los recursos militares necesarios para realizar una revolución... El movimiento militar del 4 de junio no fue resultado de un plan elaborado cuidadosamente por el GOU, o siquiera por cualquier otro grupo de oficiales... Más bien fue una rápida improvisación cuyos participantes apenas concertaron acuerdos en relación con objetivos específicos, fuera del derrocamiento del presidente Castillo.
La dirección del movimiento recayó en el General Arturo Rawson, un militar que frente a la Segunda Guerra Mundial era partidario del tradicional neutralismo argentino, pero cuyas preferencias estaban virando hacia el bando aliado. Rawson venía organizando un golpe de estado contra el gobierno de Castillo y dirigía un logia conocida como los generales de Jousten, en la que también participaban los hermanos Benito y Sabá Sueyro, el general Mason y el dirigente radical Ernesto Sammartino.
Rawson aparecía como una figura aceptable para todas las corrientes militares, pero cuando intentó formar su gabinete con sectores de derecha provenientes del régimen derrocado, los jefes militares exigieron su renuncia para designar presidente al General Pedro Pablo Ramírez. El contraalmirante Sabá Sueyro fue designado vicepresidente. Ningún miembro del GOU integró el gabinete, pero el Coronel Enrique P. González fue designado a cargo de la estratégica secretaría privada de la presidencia y el Coronel Emilio Ramírez Jefe de Policía.
Evita Perón
María Eva Duarte de Perón (Junín o Los Toldos Provincia de Buenos Aires, Argentina; 7 de mayo de 1919 - Buenos Aires; 26 de julio de 1952), conocida como Evita, fue una actriz y política argentina.
Como primera dama, promovió el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y de la mujer, entre ellos el sufragio femenino y realizó una amplia obra social desde la Fundación Eva Perón.
Eva Duarte era una adolescente cuando llegó a Buenos Aires el 3 de enero de 1935 con quince años. Ella fue parte de un gran proceso migratorio interno que comenzó luego de la crisis económica de 1929. Esta gran migración, en la historia argentina, tuvo como protagonistas a los llamados cabecitas negras, un término despectivo y racista utilizado por las clases media y alta de Buenos Aires para referirse a esos migrantes no europeos, diferentes de los que habían caracterizado la inmigración en Argentina hasta ese entonces. La gran migración interna de los años '30 y '40 y los llamados cabecitas negras constituyeron la mano de obra que impulsó el desarrollo industrial en Argentina y fueron la base social del peronismo a partir de 1943.
A poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó profesionalmente en la obra La Señora de los Pérez, en el Teatro Comedias. Al día siguiente el diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita:
Muy correcta en sus breves intervenciones Eva Duarte
Durante los siguientes años Eva transitará un camino de escaseces y humillaciones, viviendo en pensiones baratas, y actuando intermitentemente para las compañías de teatro. Su compañía principal en Buenos Aires fue su hermano Juan Duarte, Juancito, cinco años mayor que ella, el hombre de la familia, con quien mantuvo siempre una estrecha relación y que también había migrado a la capital pocos meses antes de que lo hiciera Eva.
1939. Fotografía de Annemarie Heinrich
En 1936 fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas liderada por Pepita Muñoz, José Franco y Eloy Alvárez para realizar una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Durante esta gira, Eva aparece brevemente mencionada en una crónica del diario Diario La Capital de Rosario del día 29 de mayo comentando el estreno de la obra “Doña María del Buen Aire” de Bayón y Herrera, una comedia sobre primera fundación de Buenos Aires:
Completaron con acierto el espectáculo Oscar Soldatti, Jacinto Aicardi, Alberto Rella, Fina Bustamante y Eva Duarte.
El domingo 26 de julio, el mismo diario La Capital de Rosario publicó su primera foto pública conocida, con el siguiente epígrafe:
Eva Duarte, joven actriz que ha logrado destacarse en el transcurso de la temporada que hoy termina en el Odeón.
En estos primeros años de sacrificios Eva estableció una estrecha amistad con otras dos por entonces oscuras actrices como ella, Anita Jordán y Josefina Bustamente, que mantuvo por el resto de su vida. Eva es recordada por la gente que la conoció entonces como una jovencita morocha, muy flaca y débil, que tenía el sueño de convertirse en una actriz importante, con una gran alegría, fuerza y sentido de la amistad y la justicia.
Primera portada de Eva, Revista Sintonía, 25 de octubre de 1939, con Alberto Vila
Pierina Dealessi, una actriz e importante empresaria teatral que contrató a Eva en 1937 recuerda:
Conocí a Eva Duarte en 1937. Ella se presentó tímidamente: quería dedicarse al teatro. Vi una cosita tan delicadita que le dije a José Gómez, representante de la compañía donde yo era empresaria, que le diera ubicación en el elenco. Era una cosita tan etérea, que le pregunté: ¿Damita joven, verdad? Su respuesta afirmativa sonó muy baja, tímidamente. Estábamos haciendo la obra "Una boîte rusa"; la probé y me pareció buena. En sus primeras actuaciones decía pequeños parlamentos, pera jamás hizo "bolos". En la escena, que representaba una boîte, Eva tenía que aparecer con otras chicas, bien vestida. Su figura era monísima. La chica se llevaba bien con todos. Tomaba mate con sus compañeras. Lo preparaba en mi camarín. Ella vivía en pensiones, era muy pobre, muy humilde. Venía temprano al teatro, charlaba con todos, reía, compraba bizcochitos. Yo la veía tan delgadita, tan débil que le decía: ¡Tenés que cuidarte, comer mucho, tomá mucho mate que eso te hace muy bien! Y yo le ponía leche al mate.
Lentamente Eva fue logrando un cierto reconocimiento, participando primero en películas como actriz de segunda línea, también como modelo, apareciendo en la tapa de algunas revistas de espectáculos, pero sobre todo comenzó una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros. En agosto de 1937 obtuvo su primer papel en un radioteatro. La obra, que se transmitía por Radio Belgrano, se llamaba Oro blanco y estaba ambientada en la vida cotidiana de los trabajadores del algodón en el Chaco.
El destacado actor Marcos Zucker, compañero de trabajo de Eva cuando recién se iniciaban, recuerda aquellos años del siguiente modo:
Conocí a Eva Duarte en 1938, en el Teatro Liceo, mientras trabajábamos en la obra "La gruta de la Fortuna". La compañía era de Pierina Dealessi y actuaban Gregorio Cicarelli, Ernesto Saracino y otros. Ella tenía la misma edad que yo. Era una muchacha con ganas de sobresalir, agradable, simpática y muy buena amiga de todos, especialmente mía, porque después, cuando tuvo oportunidad de hacer radioteatro en "Los jazmines del ochenta", me llamó para trabajar con ella. Desde la época en que la conocía en el teatro y ahora que hacía radio se produjo en Eva una transformación. Ya se calmaban sus ansiedades artísticas, estaba más aplacada, con menos tensiones. En la radio era una damita joven, cabeza de compañía. Sus audiciones tenían mucha audiencia, andaban muy bien. Ya comenzaba a tener popularidad como actriz. A pesar de todo lo que se dice por allí, los galanes teníamos poco trato, dentro del teatro, con las chicas. Sin embargo, yo era muy amigo de ella y guardo muy buenos recuerdos de aquel período de nuestras vidas. Los dos estábamos en la misma porque recién empezábamos y necesitábamos sobresalir, abrirnos camino.
Eva encontró la popularidad en el radioteatro
A fines de 1938, con 19 años, Eva logró encabezar el elenco de la recién creada Compañía de Teatro del Aire junto a Pascual Pelliciotta, otro actor que como ella había trabajado durante años en papeles secundarios. El primer radioteatro que puso en el aire la compañía fue Los jazmines del ochenta, de Héctor P. Blomberg, por Radio Mitre, de lunes a viernes.
Simultáneamente comenzó a actuar más asiduamente en películas como El más infeliz del pueblo, con Luis Sandrini, La carga de los valientes y Una novia en apuros en 1941.
En 1941 la compañía puso en el aire el radioteatro Los amores de Schubert, de Alejandro Casona, por Radio Prieto.
En 1942 dio el salto definitivo a la estabilidad económica al ser contratada por la Compañía Candilejas, auspiciada por la empresa Jabón Radical, que difundiría todas las mañanas por Radio El Mundo un ciclo de radioteatros. Ese mismo año Eva fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado Grandes Mujeres de todos los tiempos, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas. Se transmitió por Radio Belgrano y se hizo sumamente popular. Muñoz Azpiri, el libretista, sería quien años después le escribiría sus primeros discursos políticos. Radio Belgrano, por entonces estaba dirigida por Jaime Yankelevich quien tendría un papel fundamental en la creación de la televisión argentina.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica estable y cómoda. De este modo, en 1942 pudo abandonar las pensiones y comprarse su propio departamento, frente a los estudios de Radio Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, en la calle Posadas 1567, el mismo donde tres años después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de la radio.
En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón. En esa época la Argentina atravesaba un momento crucial de transformaciones económicas, sociales y políticas.
Económicamente, el país en los años anteriores había cambiado completamente su estructura productiva debido a un gran desarrollo de la industria. En 1943 la producción industrial había superado a la producción agropecuaria por primera vez.
Socialmente, el país estaba viviendo una gran migración interna, del campo a la ciudad, empujada por el desarrollo industrial. Ello llevó a un amplio proceso de urbanización y un notable cambio de la población en las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires debido a la irrupción de un nuevo tipo de trabajador y trabajadora no europeos. Fueron llamados despectivamente cabecitas negras por las clases medias y altas, debido a que usualmente tenían el pelo, la piel y los ojos más oscuros que el de algunos inmigrantes europeos. La gran migración interna se caracterizó también por la presencia de una gran cantidad de mujeres buscando ingresar al nuevo mercado de trabajo asalariado que estaba creando la industrialización.
Políticamente, el país vivía una crisis profunda de los partidos políticos tradicionales que habían convalidado un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el voto cantado y en el clientelismo. Ese período es conocido en la historia argentina como Década Infame (1930-1943) y fue dirigido por una alianza conservadora conocida como La Concordancia. Ante la corrupción escandalosa del gobierno conservador el 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado militar que abrió un confuso período de reorganización y realineamiento de las fuerzas políticas. Al producirse el golpe militar el teniente coronel Juan D. Perón era un joven integrante de la tercera fila del nuevo gobierno.
En 1943, poco tiempo después de comenzado el gobierno militar, un grupo de sindicatos mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios, encabezados por el dirigente sindical más importante de la década del '30, el socialista Ángel Borlenghi, tomó la iniciativa de establecer contactos con oficiales jóvenes que tuvieran simpatía por los reclamos de los trabajadores. Del lado militar, fueron los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante quienes encabezaron el grupo militar que resolvió hacer una alianza con los sindicatos para impulsar el programa histórico que el sindicalismo argentino venía proponiendo desde 1890.
La alianza militar-sindical encabezada por Perón y Borlenghi fue imponiendo grandes conquistas laborales (convenios colectivos, Estatuto del Peón de Campo, jubilaciones, etc.) y ganando en consecuencia un apoyo popular que le permitió comenzar a ocupar posiciones importantes en el gobierno. El primer cargo lo obtuvo precisamente Perón, cuando fue designado al frente del insignificante Departamento de Trabajo. Poco después obtenía que el departamento fuera elevado a la importante jerarquía de Secretaría de Estado.
Paralelamente al avance de las conquistas sociales y laborales obtenidas por el grupo sindical-militar dirigido por Perón y Borlenghi, y al creciente apoyo popular al mismo, comenzó a organizarse también una oposición encabezada por los grupos patronales, militares y estudiantiles tradicionales, con apoyo abierto de la embajada de Estados Unidos, que fue ganando apoyo en la clase media y alta. Este enfrentamiento sería inicialmente conocido como las alpargatas contra los libros.
A poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó profesionalmente en la obra La Señora de los Pérez, en el Teatro Comedias. Al día siguiente el diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita:
Muy correcta en sus breves intervenciones Eva Duarte
Durante los siguientes años Eva transitará un camino de escaseces y humillaciones, viviendo en pensiones baratas, y actuando intermitentemente para las compañías de teatro. Su compañía principal en Buenos Aires fue su hermano Juan Duarte, Juancito, cinco años mayor que ella, el hombre de la familia, con quien mantuvo siempre una estrecha relación y que también había migrado a la capital pocos meses antes de que lo hiciera Eva.
1939. Fotografía de Annemarie Heinrich
En 1936 fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas liderada por Pepita Muñoz, José Franco y Eloy Alvárez para realizar una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Durante esta gira, Eva aparece brevemente mencionada en una crónica del diario Diario La Capital de Rosario del día 29 de mayo comentando el estreno de la obra “Doña María del Buen Aire” de Bayón y Herrera, una comedia sobre primera fundación de Buenos Aires:
Completaron con acierto el espectáculo Oscar Soldatti, Jacinto Aicardi, Alberto Rella, Fina Bustamante y Eva Duarte.
El domingo 26 de julio, el mismo diario La Capital de Rosario publicó su primera foto pública conocida, con el siguiente epígrafe:
Eva Duarte, joven actriz que ha logrado destacarse en el transcurso de la temporada que hoy termina en el Odeón.
En estos primeros años de sacrificios Eva estableció una estrecha amistad con otras dos por entonces oscuras actrices como ella, Anita Jordán y Josefina Bustamente, que mantuvo por el resto de su vida. Eva es recordada por la gente que la conoció entonces como una jovencita morocha, muy flaca y débil, que tenía el sueño de convertirse en una actriz importante, con una gran alegría, fuerza y sentido de la amistad y la justicia.
Primera portada de Eva, Revista Sintonía, 25 de octubre de 1939, con Alberto Vila
Pierina Dealessi, una actriz e importante empresaria teatral que contrató a Eva en 1937 recuerda:
Conocí a Eva Duarte en 1937. Ella se presentó tímidamente: quería dedicarse al teatro. Vi una cosita tan delicadita que le dije a José Gómez, representante de la compañía donde yo era empresaria, que le diera ubicación en el elenco. Era una cosita tan etérea, que le pregunté: ¿Damita joven, verdad? Su respuesta afirmativa sonó muy baja, tímidamente. Estábamos haciendo la obra "Una boîte rusa"; la probé y me pareció buena. En sus primeras actuaciones decía pequeños parlamentos, pera jamás hizo "bolos". En la escena, que representaba una boîte, Eva tenía que aparecer con otras chicas, bien vestida. Su figura era monísima. La chica se llevaba bien con todos. Tomaba mate con sus compañeras. Lo preparaba en mi camarín. Ella vivía en pensiones, era muy pobre, muy humilde. Venía temprano al teatro, charlaba con todos, reía, compraba bizcochitos. Yo la veía tan delgadita, tan débil que le decía: ¡Tenés que cuidarte, comer mucho, tomá mucho mate que eso te hace muy bien! Y yo le ponía leche al mate.
Lentamente Eva fue logrando un cierto reconocimiento, participando primero en películas como actriz de segunda línea, también como modelo, apareciendo en la tapa de algunas revistas de espectáculos, pero sobre todo comenzó una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros. En agosto de 1937 obtuvo su primer papel en un radioteatro. La obra, que se transmitía por Radio Belgrano, se llamaba Oro blanco y estaba ambientada en la vida cotidiana de los trabajadores del algodón en el Chaco.
El destacado actor Marcos Zucker, compañero de trabajo de Eva cuando recién se iniciaban, recuerda aquellos años del siguiente modo:
Conocí a Eva Duarte en 1938, en el Teatro Liceo, mientras trabajábamos en la obra "La gruta de la Fortuna". La compañía era de Pierina Dealessi y actuaban Gregorio Cicarelli, Ernesto Saracino y otros. Ella tenía la misma edad que yo. Era una muchacha con ganas de sobresalir, agradable, simpática y muy buena amiga de todos, especialmente mía, porque después, cuando tuvo oportunidad de hacer radioteatro en "Los jazmines del ochenta", me llamó para trabajar con ella. Desde la época en que la conocía en el teatro y ahora que hacía radio se produjo en Eva una transformación. Ya se calmaban sus ansiedades artísticas, estaba más aplacada, con menos tensiones. En la radio era una damita joven, cabeza de compañía. Sus audiciones tenían mucha audiencia, andaban muy bien. Ya comenzaba a tener popularidad como actriz. A pesar de todo lo que se dice por allí, los galanes teníamos poco trato, dentro del teatro, con las chicas. Sin embargo, yo era muy amigo de ella y guardo muy buenos recuerdos de aquel período de nuestras vidas. Los dos estábamos en la misma porque recién empezábamos y necesitábamos sobresalir, abrirnos camino.
Eva encontró la popularidad en el radioteatro
A fines de 1938, con 19 años, Eva logró encabezar el elenco de la recién creada Compañía de Teatro del Aire junto a Pascual Pelliciotta, otro actor que como ella había trabajado durante años en papeles secundarios. El primer radioteatro que puso en el aire la compañía fue Los jazmines del ochenta, de Héctor P. Blomberg, por Radio Mitre, de lunes a viernes.
Simultáneamente comenzó a actuar más asiduamente en películas como El más infeliz del pueblo, con Luis Sandrini, La carga de los valientes y Una novia en apuros en 1941.
En 1941 la compañía puso en el aire el radioteatro Los amores de Schubert, de Alejandro Casona, por Radio Prieto.
En 1942 dio el salto definitivo a la estabilidad económica al ser contratada por la Compañía Candilejas, auspiciada por la empresa Jabón Radical, que difundiría todas las mañanas por Radio El Mundo un ciclo de radioteatros. Ese mismo año Eva fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado Grandes Mujeres de todos los tiempos, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas. Se transmitió por Radio Belgrano y se hizo sumamente popular. Muñoz Azpiri, el libretista, sería quien años después le escribiría sus primeros discursos políticos. Radio Belgrano, por entonces estaba dirigida por Jaime Yankelevich quien tendría un papel fundamental en la creación de la televisión argentina.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica estable y cómoda. De este modo, en 1942 pudo abandonar las pensiones y comprarse su propio departamento, frente a los estudios de Radio Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, en la calle Posadas 1567, el mismo donde tres años después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de la radio.
En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón. En esa época la Argentina atravesaba un momento crucial de transformaciones económicas, sociales y políticas.
Económicamente, el país en los años anteriores había cambiado completamente su estructura productiva debido a un gran desarrollo de la industria. En 1943 la producción industrial había superado a la producción agropecuaria por primera vez.
Socialmente, el país estaba viviendo una gran migración interna, del campo a la ciudad, empujada por el desarrollo industrial. Ello llevó a un amplio proceso de urbanización y un notable cambio de la población en las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires debido a la irrupción de un nuevo tipo de trabajador y trabajadora no europeos. Fueron llamados despectivamente cabecitas negras por las clases medias y altas, debido a que usualmente tenían el pelo, la piel y los ojos más oscuros que el de algunos inmigrantes europeos. La gran migración interna se caracterizó también por la presencia de una gran cantidad de mujeres buscando ingresar al nuevo mercado de trabajo asalariado que estaba creando la industrialización.
Políticamente, el país vivía una crisis profunda de los partidos políticos tradicionales que habían convalidado un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el voto cantado y en el clientelismo. Ese período es conocido en la historia argentina como Década Infame (1930-1943) y fue dirigido por una alianza conservadora conocida como La Concordancia. Ante la corrupción escandalosa del gobierno conservador el 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado militar que abrió un confuso período de reorganización y realineamiento de las fuerzas políticas. Al producirse el golpe militar el teniente coronel Juan D. Perón era un joven integrante de la tercera fila del nuevo gobierno.
En 1943, poco tiempo después de comenzado el gobierno militar, un grupo de sindicatos mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios, encabezados por el dirigente sindical más importante de la década del '30, el socialista Ángel Borlenghi, tomó la iniciativa de establecer contactos con oficiales jóvenes que tuvieran simpatía por los reclamos de los trabajadores. Del lado militar, fueron los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante quienes encabezaron el grupo militar que resolvió hacer una alianza con los sindicatos para impulsar el programa histórico que el sindicalismo argentino venía proponiendo desde 1890.
La alianza militar-sindical encabezada por Perón y Borlenghi fue imponiendo grandes conquistas laborales (convenios colectivos, Estatuto del Peón de Campo, jubilaciones, etc.) y ganando en consecuencia un apoyo popular que le permitió comenzar a ocupar posiciones importantes en el gobierno. El primer cargo lo obtuvo precisamente Perón, cuando fue designado al frente del insignificante Departamento de Trabajo. Poco después obtenía que el departamento fuera elevado a la importante jerarquía de Secretaría de Estado.
Paralelamente al avance de las conquistas sociales y laborales obtenidas por el grupo sindical-militar dirigido por Perón y Borlenghi, y al creciente apoyo popular al mismo, comenzó a organizarse también una oposición encabezada por los grupos patronales, militares y estudiantiles tradicionales, con apoyo abierto de la embajada de Estados Unidos, que fue ganando apoyo en la clase media y alta. Este enfrentamiento sería inicialmente conocido como las alpargatas contra los libros.
Eva, con 24 años, conoció a Perón, viudo desde 1938, el 22 de enero de 1944 en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían recaudado en la colecta de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad de San Juan. Las actrices que resultaron primeras fueron Niní Marshall y Libertad Lamarque.
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos en el departamento de esta última, de la calle Posadas.
Eva siguió desarrollando su carrera artística. Por entonces trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, "La cabalgata del circo", con Hugo del Carril y Libertad Lamarque y "La pródiga" que no llegó a estrenarse en su época.
Ese año resultó elegida presidenta de su sindicato, la Asociación Radial Argentina.
El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo.
El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Eduardo Avalos que exigió de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia que zarpó hacia la Isla Martín García.
Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita:
Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo.
El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas:
... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Avalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón ...
Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales.
Escribanía Ordiales, en Junín, encargada de confeccionar el acta de matrimonio civil entre Eva Duarte y Juan Domingo Perón en 1945. Enfrente se encontraba la casa de la familia Duarte. Actualmente es la sede del Tribunal de Trabajo.
La actividad de Eva el 17 de octubre de 1945 es muy discutida entre los historiadores. La versión tradicional le asignó un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo. Sin embargo se encuentra probado que su papel en esas jornadas fue muy limitado si es que jugó alguno. En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.
El periodista Héctor Daniel Vargas ha revelado que el 17 de octubre Eva Duarte estaba en Junín seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba un poder firmado por ella ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde.
Como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva en Junín. El acontecimiento ocurrió en la Escribanía Ordiales, que funcionaba en una casona que aún existe en la esquina de Arias y Quintana, en el centro de la ciudad. El escritorio utilizado para confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico de Junín.
Dos días después se realizó la ceremonia de matrimonio católico en la iglesia de San Francisco, orden muy apreciada por Eva, en la ciudad de La Plata.
Eva Perón enfermó de un cáncer de útero. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas.
A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional.
El 15 de octubre publicó su libro "La razón de mi vida", escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Luego de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos. Uno de los más importantes de este período final de su vida fue el del 17 de octubre de ese año. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como su testamento político; en él menciona nueve veces su propia muerte.
El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso médico oncólogo norteamericano, George Pack, en el Hospital de Avellaneda, construido por la propia Fundación Eva Perón. Seis días después votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la reelección de Perón. Actualmente esa sala ha sido convertida en Museo
Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi Mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído luego de su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico. Los siguientes fragmentos de Mi Mensaje, dan una idea de la naturaleza de su pensamiento en los últimos días de su vida:
Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio, o con todo el incendio de mi amor —no lo sé todavía— en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales.
A Perón y a nuestro pueblo les ha tocado la desgracia del imperialismo capitalista. Lo he visto de cerca en sus miserias y crímenes. Se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia... Pero más abominables aun que los imperialistas son las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos
El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Recibió tratamiento de rayos en varias ocasiones. Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25.
Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto que fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición en la CGT. Mientras tanto, el gobierno empezó las obras del Monumento al Descamisado, que se había proyectado en base a una idea de Evita y que, según un nuevo plan, sería su tumba definitiva. Cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer durante 14 años.
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos en el departamento de esta última, de la calle Posadas.
Eva siguió desarrollando su carrera artística. Por entonces trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, "La cabalgata del circo", con Hugo del Carril y Libertad Lamarque y "La pródiga" que no llegó a estrenarse en su época.
Ese año resultó elegida presidenta de su sindicato, la Asociación Radial Argentina.
El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo.
El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Eduardo Avalos que exigió de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia que zarpó hacia la Isla Martín García.
Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita:
Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo.
El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas:
... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Avalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón ...
Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales.
Escribanía Ordiales, en Junín, encargada de confeccionar el acta de matrimonio civil entre Eva Duarte y Juan Domingo Perón en 1945. Enfrente se encontraba la casa de la familia Duarte. Actualmente es la sede del Tribunal de Trabajo.
La actividad de Eva el 17 de octubre de 1945 es muy discutida entre los historiadores. La versión tradicional le asignó un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo. Sin embargo se encuentra probado que su papel en esas jornadas fue muy limitado si es que jugó alguno. En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.
El periodista Héctor Daniel Vargas ha revelado que el 17 de octubre Eva Duarte estaba en Junín seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba un poder firmado por ella ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde.
Como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva en Junín. El acontecimiento ocurrió en la Escribanía Ordiales, que funcionaba en una casona que aún existe en la esquina de Arias y Quintana, en el centro de la ciudad. El escritorio utilizado para confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico de Junín.
Dos días después se realizó la ceremonia de matrimonio católico en la iglesia de San Francisco, orden muy apreciada por Eva, en la ciudad de La Plata.
Eva Perón enfermó de un cáncer de útero. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas.
A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional.
El 15 de octubre publicó su libro "La razón de mi vida", escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Luego de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos. Uno de los más importantes de este período final de su vida fue el del 17 de octubre de ese año. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como su testamento político; en él menciona nueve veces su propia muerte.
El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso médico oncólogo norteamericano, George Pack, en el Hospital de Avellaneda, construido por la propia Fundación Eva Perón. Seis días después votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la reelección de Perón. Actualmente esa sala ha sido convertida en Museo
Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi Mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído luego de su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico. Los siguientes fragmentos de Mi Mensaje, dan una idea de la naturaleza de su pensamiento en los últimos días de su vida:
Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio, o con todo el incendio de mi amor —no lo sé todavía— en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales.
A Perón y a nuestro pueblo les ha tocado la desgracia del imperialismo capitalista. Lo he visto de cerca en sus miserias y crímenes. Se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia... Pero más abominables aun que los imperialistas son las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos
El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Recibió tratamiento de rayos en varias ocasiones. Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25.
Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto que fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición en la CGT. Mientras tanto, el gobierno empezó las obras del Monumento al Descamisado, que se había proyectado en base a una idea de Evita y que, según un nuevo plan, sería su tumba definitiva. Cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer durante 14 años.
Durante la dictadura militar llamada Revolución Libertadora (1955-1958) que derrocó al presidente Juan Perón, un comando al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, el 22 de noviembre de 1955 por la noche, que se encontraba en la CGT. La orden la había dado el dictador al mando del país en ese momento, General Pedro Eugenio Aramburu. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso. Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver.
Moori Koenig llegó a obsesionarse y quedar al borde de la locura. Terminó instalando el féretro de pie con el cadáver en su oficina, donde procedía a manosearla sexualmente y mostrársela a sus visitantes.[cita requerida] Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg.
El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.[56]
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.
En 1969 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial. Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.
El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado Esa mujer, publicado póstumamente en 1986, tiene como tema el secuestro del cadáver de Evita.
Moori Koenig llegó a obsesionarse y quedar al borde de la locura. Terminó instalando el féretro de pie con el cadáver en su oficina, donde procedía a manosearla sexualmente y mostrársela a sus visitantes.[cita requerida] Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg.
El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.[56]
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.
En 1969 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial. Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.
El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado Esa mujer, publicado póstumamente en 1986, tiene como tema el secuestro del cadáver de Evita.
Tras su muerte, la vida de Evita y su postura política han sido incorporadas ampliamente y por los sectores más diversos en la cultura argentina.
En primer lugar los sindicatos, vinculados estrechamente a ella durante su vida, han rescatado su nombre y su imagen, junto al de Perón, como símbolos máximos del protagonismo de los trabajadores en la historia argentina.
En segundo lugar el movimiento feminista y en general las organizaciones y personas dedicadas a defender los derechos de la mujer y la perspectiva de género. En este caso, la reivindicación de Evita atraviesa todas las ideologías políticas.
Entre las nuevas generaciones nacidas con posterioridad a su muerte, Evita ha sido rescatada como un ejemplo revolucionario, muchas veces asociado con el Che Guevara. La relación simbólica entre Evita y el Che, ambos muertos trágicamente y jóvenes, ha sido destacada un sinnúmero de veces.
La izquierda peronista y en particular el grupo guerrillero Montoneros vinculó muy estrechamente su ideología y su accionar a la figura de Evita. Un famoso eslogan de esta organización decía si Evita viviera sería montonera. Tanto el secuestro y posterior asesinato del General Pedro Eugenio Aramburu como posteriormente de su cadáver, estuvieron relacionados con el intento de recuperar el cadáver de Eva Perón.
En su poema Eva, María Elena Walsh se refiere a la influencia de Evita luego de su muerte del siguiente modo:
Cuando los buitres te dejen tranquila
y huyas de las estampas y el ultraje
empezaremos a saber quién fuiste.
En primer lugar los sindicatos, vinculados estrechamente a ella durante su vida, han rescatado su nombre y su imagen, junto al de Perón, como símbolos máximos del protagonismo de los trabajadores en la historia argentina.
En segundo lugar el movimiento feminista y en general las organizaciones y personas dedicadas a defender los derechos de la mujer y la perspectiva de género. En este caso, la reivindicación de Evita atraviesa todas las ideologías políticas.
Entre las nuevas generaciones nacidas con posterioridad a su muerte, Evita ha sido rescatada como un ejemplo revolucionario, muchas veces asociado con el Che Guevara. La relación simbólica entre Evita y el Che, ambos muertos trágicamente y jóvenes, ha sido destacada un sinnúmero de veces.
La izquierda peronista y en particular el grupo guerrillero Montoneros vinculó muy estrechamente su ideología y su accionar a la figura de Evita. Un famoso eslogan de esta organización decía si Evita viviera sería montonera. Tanto el secuestro y posterior asesinato del General Pedro Eugenio Aramburu como posteriormente de su cadáver, estuvieron relacionados con el intento de recuperar el cadáver de Eva Perón.
En su poema Eva, María Elena Walsh se refiere a la influencia de Evita luego de su muerte del siguiente modo:
Cuando los buitres te dejen tranquila
y huyas de las estampas y el ultraje
empezaremos a saber quién fuiste.
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